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Invitación a la video ópera

¿No te gusta la ópera, querido lector? Pues, bien: esta nota es también para ti.

Perogrullada: la red global, con sus nada juveniles 25 años, ha llegado a tal nivel de madurez y difusión (como medio de comunicación) que hoy, cuando se necesita cualquier tipo de información, uno acude a la red antes que a cualquier otra fuente. Por supuesto, la red también es el medio por donde circulan mentiras, calumnias, lujuria, traiciones, dramas, estafas, amores, rumores… Igual que la ópera, en cuanto a contenido: mentiras, calumnias, lujuria, traiciones, dramas, estafas, amores, rumores.

Pero en cuanto a medios respecta, la ópera es una forma extraordinaria de presentar ese contenido que va de lo sublime (a veces) a lo rastrero (con mucha frecuencia) en la condición humana.

Desde su invención allá por el 1600 hasta principios del siglo XX, la ópera fue una forma artística remota e inalcanzable, salvo para los pocos que podían ir a las salas de ópera, casi todas en Europa… donde siguen estando en su gran mayoría. La presencia casi mítica —por lo remota— de la ópera ha hecho que sean muy comunes visiones caricaturizadas y opiniones parciales de esta compleja forma artística que combina prácticamente todas las artes escénicas. Para muchos, incluyendo a un servidor, el conocimiento de la ópera estaba limitado a grabaciones musicales de oberturas, arias o coros operísticos. En muchos casos, hay canciones (arias) y piezas musicales que son conocidas por muchos sin saber que son partes de óperas.  Dos ejemplos al paso: la famosa música del Can-Can es una danza frenética de Orfeo en los infiernos, ópera bufa de Offenbach; el delicioso ballet «La danza de las horas», aparece en una danza palaciega de La Gioconda, ópera de Ponchielli.  Hay igualmente muchas arias que han pasado al acervo popular y que se valen por sí solas; por ejemplo, «La donna é mobile» viene de Rigoletto, de Verdi (traducción del misógino título: La mujer es voluble); el coro «Va, pensiero» (Vuela, pensamiento), frecuentemente utilizado en la política italiana, es de Nabucco, también de Verdi.

La red global de la información ha permitido que muchas expresiones artísticas estén disponibles en todo el mundo, lo cual es bueno. Hoy se puede ver ópera de primera calidad en cualquier lugar que tenga acceso a la Internet.

Valgan algunas sugerencias y advertencias para los recién llegados que quieran ver óperas en video:
  • Leer una sinopsis de la ópera que se va a ver, incluso si el video viene con subtítulos. Es importante saber el argumento y poder reconocer a los personajes, que normalmente empiezan a cantar sin decirle al público su nombre.  Estos resúmenes se pueden encontrar fácilmente en la red, buscando, por ejemplo, “argumento de Rigoletto”.  Los resúmenes suelen incluir los personajes y las voces correspondientes.
  • Ponerse cómodo: las óperas suelen durar más que una película. Muchas duran entre dos y tres horas, no siendo raras aquellas que se extienden por más tiempo.  Es posible, y muchas veces necesario, ver una ópera por partes (o «actos»).
  • Las compañías de ópera son sumamente creativas, y renuevan constantemente la producción. Óperas de tema mitológico griego pueden aparecer ambientadas en el siglo XXI, sin que cambie la letra ni la música.  También es muy común encontrar producciones «atrevidas» que incluyen escenas que pueden considerarse no aptas para niños o mentes castas.

Los libretistas y compositores de ópera buscan sus argumentos en la literatura (poesía, narración, teatro, textos religiosos), en mitos y leyendas de todo el mundo, en hechos históricos antiguos y recientes. Las tramas y personajes originales suelen modificarse para ofrecer más drama o más comedia o mejor música.

Algo importante: la música es el elemento dominante en la ópera; y dentro de la música, la voz humana está a cargo de poner en la ópera ese factor único al género. La música y las voces hacen que se ensalcen o condenen (in)sensateces humanas (por la duración de la ópera, amable lector: no para siempre), como traición, virtud, abuso, amor, estereotipo, adulterio, esperanza, lujuria, injusticia: todas las virtudes teologales y todos los pecados capitales tienen en la ópera a un medio extraordinario de exploración de las calidades e iniquidades del ser humano.

Dejémoslo ahí, por ahora. Sirva esta nota como una brevísima introducción a algunos artículos, dedicados a la ópera, que aparecerán en este espacio.

Domingo Martínez Castilla



En este blog:


En la red:

Los siguientes recursos disponibles en la Internet ofrecen información sobre la ópera:
  • Ópera en Wikipedia
    Datos históricos, musicales, principales clases de ópera. 
  • Kareol (www.kareol.es)
    Contiene una buena cantidad de libretos en versiones bilingües (idioma original y castellano) 
  • OperaVision (www.operavision.eu)
    Presenta óperas íntegras en montajes europeos recientes (disponible por ahora en inglés, francés y alemán). 
  • Medici.tv
    Ofrece el mejor catálogo de música clásica en video de alta calidad. Requiere inscripción gratuita, que da acceso a espectáculos en vivo y a un buen número de eventos previos. La subscripción pagada ofrece acceso ilimitado al mejor repositorio de música en la red. (Dispo nible en inglés y en francés.)

(Enlaces confirmados en junio, 2018)

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